domingo, 17 de septiembre de 2017

AUTORIDAD ESPIRITUAL II

AUTORIDAD ESPIRITUAL II

Esta es la segunda entrega de Autoridad Espiritual, se que algunos no estarán de acuerdo con porciones de este artículo, y estoy dispuesto a escuchar opiniones y posturas teológicas, animo a hacerlo con mesura, prudencia, sabiduría y respeto. Dar honra a los demás es una virtud que todo cristiano debe practicar. ¡Disfruta de este estudio!

EL SEGUNDO PODER
El Hombre es el segundo poder. El más grande atributo de Dios para el hombre fue libre voluntad, es decir, Dios entregó el PODER de decisión al ser humano. De esta manera, Dios dio la más grande tarea al hombre, proclamar la salvación del ser humano a través de Jesucristo.

El hombre fue diseñado a perfección, entregándole PODER (voluntad) y AUTORIDAD para desenvolverse en la naturaleza que le fue entregada. El hombre al ser a la imagen de Dios, no solo tiene voluntad, sino autoridad.

Siendo el hombre un ser tripartito, es formado espíritu, alma y cuerpo (1Tes 5.23), de tal forma que en cada área se desarrolla un trabajo específico.

Dios creó en el espíritu del hombre:
 La conciencia (Rom 2.13-15),
 La comunión (Pro 3.32)
 La intuición (Éxo 3.6).

LA CONCIENCIA es la facultad común a todos los hombres (Rom 2.13–15) que nos permite discernir entre el bien y el mal y nos impulsa a escoger entre los dos. Tanto la naturaleza como la Biblia enseñan que la conciencia opera en todo nuestro ser en relación con los problemas de carácter moral.

La conciencia es uno de los aspectos de nuestra semejanza a Dios y prueba que somos responsables ante el tribunal del Creador.
En cierto sentido la voz de la conciencia pura refleja la voluntad de Dios y nuestro deber es obedecerla. No obstante, el pecado influye adversamente en la conciencia y cuando esta se corrompe, va perdiendo su sensibilidad moral.

Como todos sufrimos las consecuencias del pecado original, ya no se puede identificar la voz de la conciencia con la de Dios. Al hombre depravado, los malos deseos le tergiversan y pervierten el juicio. La conciencia de Saulo, por ejemplo, le impulsaba a perseguir a los cristianos (Hec 26.9). Su pecado consistía en no aprovechar los medios a su alcance para enmendar e iluminar su conciencia.

LA COMUNIÓN este termino aparece dos veces en el Antiguo Testamento (Sal 25.14; Pro 3.32), es una traducción del vocablo hebreo sod (amistad o conocimiento íntimo).
Sal 25.14 Se refiere a la relación con Dios y en Pro 3.32 a «los justos».

En el Nuevo Testamento aparece varias veces y es siempre traducción de la voz griega koinonéa (tener en común, participación, compañerismo).

La INTUICIÓN este termino se deriva de la palabra hebrea nabat se usa comúnmente con la connotación física de «mirar» (Éxo 3.6), el vocablo se usa a menudo en un sentido figurado para indicar una percepción espiritual e interna, o INTUICIÓN.

Este verbo aparece más de 165 veces y se refiere al proceso de la inteligencia, de percibir, discernir y entender, que poseen todos los seres humanos en mayor o menor medida.

Dios le dice a Jeremías:
Jer 33.3
Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.

Podríamos llamar a esto LA GUERRA DE LA FE. Dios prometió a Jeremías que, si le llamaba, no sólo le contestaría, sino que le revelaría «cosas grandes y ocultas», que no podrían conocerse de otra manera.

La palabra «ocultas», del hebreo batsar, se traduciría mejor como: «aislado» o «inaccesible». Se sugiere que Dios daría a Jeremías «intuición reveladora», al revelar cosas que de otra manera permanecerían aisladas o inaccesibles. También lo pidió Pablo para la iglesia de Efeso.

Efe 1.17
Para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él.
Tal «intuición reveladora» siempre ha sido esencial para el claro entendimiento de una victoriosa lucha espiritual. Uno no puede orar efectivamente sin cierta intuición en cuanto a cómo orar, y tampoco sin saber lo que Dios verdaderamente anhela que busquemos en la oración.

Es la intuición el órgano sensitivo del espíritu humano, es tan diferente del sentido físico y anímico, y su sensibilidad directa es independiente de cualquier influencia externa.

Este conocimiento nos llega sin ninguna ayuda del pensamiento, la emoción o la voluntad. Sabemos por nuestra intuición, y nuestra mente nos ayuda a comprender las revelaciones de Dios y todos los movimientos del Espíritu Santo.

Todos creyente debe de tener en cuenta estos dos elementos, la voz de la conciencia y la enseñanza de la intuición, que unido a la comunión, nos ayudarán a tener un acercamiento continúo con la presencia misma de Dios.

La relación entre la conciencia y la intuición es que la conciencia juzga según la enseñanza de la intuición, y condena toda conducta que no siga las directrices dadas por la intuición. La intuición esta relacionada con la comunión o la adoración en que Dios se da a conocer por la intuición y revela Su voluntad para que se dé la comunión.

Debemos entender que aunque todo ser humano posee estos órganos en su espíritu, al no estar regenerados realizan su trabajo en forma corrompida.

La comunión se desarrolla buscando el deleite de la carne y busca la intimidad con espíritus malignos, busca la adoración a través de música que no adora a Dios. La conciencia contaminada busca hacer lo malo y la intuición no percibe los deseos de Dios.

El alma forma el segundo órgano del hombre. El alma es la conciencia misma del hombre, es la sede de nuestra personalidad, aquí se encuentran los elementos que nos hacen personas. El intelecto, el amor, la emoción, el discernimiento, la capacidad de elegir, son diferentes experiencias que se viven en el alma.

El espíritu y el cuerpo están fusionados en el alma, y cada uno desarrolla su función de acuerdo a la perfección con que Dios nos formó. Podemos entender el alma como el almacén de todas las cosas que recibimos por medio de nuestros sentidos, y van formando o educando nuestra personalidad.

Nuestra personalidad esta siendo formada por lo que recibimos del medio ambiente. Por ejemplo, podemos reír cuando vemos, oímos o decimos algo que nos genera la riza. Las tres áreas que contiene el alma son: Voluntad, intelecto y emociones.

La voluntad es el instrumento de decisión y nos permite manifestar nuestra elección en todo momento. A través de la voluntad expresamos nuestro sí o nuestro no. Es la voluntad el órgano que nos permite ser personas libres para decidir sobre nuestra propia vida, somos arquitectos de nuestra vida a través de nuestra voluntad.

En este sentido, cada uno de nosotros, como personas autónomas en nuestras decisiones “fabricamos” nuestro destino de acuerdo a lo que nuestro intelecto nos ayuda a definir, como lo que más deseamos, anhelamos o queremos. La voluntad puede ser influenciada por aspectos externos, pero somos libres para decidir lo mejor para nosotros.

El intelecto o nuestra mente, es el instrumento de nuestros pensamientos, es donde se genera nuestra capacidad creativa y el razonamiento. La ausencia del intelecto, hace a una persona inepta o tonta. El intelecto es la expresión creativa que se expresa hacia los otros órganos del alma.

A través del intelecto, cada persona se desarrolla en el mundo. La Biblia habla de la historia de los talentos, diciendo:
Mat 25.14-15
Porque el reino de los cielos es como un hombre que yéndose lejos, llamó a sus siervos y les entregó sus bienes. A uno dio cinco talentos, y a otro dos, y a otro uno, a cada uno conforme a su capacidad; y luego se fue lejos.

El amo entregó los talentos a cada persona para que los trabajara, conforme a la capacidad de cada uno. Cada persona es responsable del buen uso que le dé a su capacidad de intelecto. Sin embargo debemos de entender que cada persona tiene su propia porción de intelecto o en su caso, algunas personas deciden desarrollar su intelecto más que otros.

Es en esta área donde aprovechamos para hacer las cosas de excelencia para la gloria de Dios.
Col 3.4
Como hijos de un Dios excelente, debemos de esforzarnos para desarrollar cada trabajo en una forma digna de nuestro amante Dios, para que: vosotros también seréis manifestados con él en gloria.

Dios desea que sus hijos manifiesten su gloria a toda persona alrededor del mundo.
Mat 28.18-19
Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones. Dios nos envía, pero también nos promete: y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.

Esta verdad fue hecha una realidad, y la Biblia testifica:
Mar 16.20
Y ellos, saliendo, predicaron en todas partes, ayudándoles el Señor y confirmando la palabra con las señales que la seguían.
Dios mismo estuvo en cada momento con la iglesia primitiva, confirmando la palabra con las señales que seguían manifestando su presencia.

LAS EMOCIONES Es la parte que nos hace seres sociables se expresan como la capacidad de sonreír o enojarse, de mostrar amor o ira. La escasez de emociones hará de una persona una piedra, insensible a lo que le rodea.

Finalmente, la tercer área del hombre es el cuerpo, o la carne. La palabra carne es basar en hebreo y sarx en griego. Es usada frecuentemente en la Biblia y de diversas maneras. El sentido más significativo, observado y aclarado en los escritos de Pablo, es la persona no regenerada.

Hablando de su viejo “YO”, el Apóstol Pablo lo declara en Romanos.
Rom 7.18
Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.

No simplemente es carnal su naturaleza o una parte de su ser. Todo el ser de Pablo es carnal.

En el principio, el hombre fue hecho espíritu, alma y cuerpo. El espíritu liga a la criatura con su creador, el alma almacena la personalidad y el cuerpo lo exterioriza. El alma debe decidir si tiene que obedecer al espíritu y por consiguiente, estar unido a la voluntad de Dios, o si tiene que obedecer a la carne y a todas las tentaciones del mundo material.

En la caída del hombre, el alma se opuso a la autoridad del espíritu y quedó esclavizada al cuerpo y sus pasiones. De este modo el hombre se convirtió en un hombre carnal, no en un hombre espiritual.

El espíritu del hombre fue despojado de su noble posición y fue rebajado a la de un prisionero. Puesto que ahora el alma esta bajo el poder de la carne, la Biblia considera que el hombre es carnal. Actitudes, sentimientos, pervertidos son el producto del hombre carnal.

Las tres áreas del hombre espíritu, alma y cuerpo, se relacionan entre sí para dar como resultado seres humanos con capacidades muy personales, de tal forma que cada uno es diferente a las otras personas, es por lo que Pablo aconseja que nos soportemos y nos sobrellevemos los unos a otros.

El HOMBRE es el segundo poder.
El más grande atributo de Dios para el hombre fue libre voluntad, es decir, Dios entregó el PODER de decisión al ser humano.

El hombre siendo un ser tripartito, fue diseñado a perfección, entregándole PODER (voluntad) y AUTORIDAD para desenvolverse en la naturaleza que le fue entregada. El hombre al ser a la imagen de Dios, no sólo tiene voluntad, sino autoridad. Es aquí donde esta el segundo poder, en la voluntad del hombre.

Debido a su rebelión, Dios le retiró toda autoridad (poder) al diablo, y sólo le dejó su voluntad. Por esto para desarrollar sus propósitos, el diablo tiene que trabajar con un poder prestado o robado. Los dos únicos poderes que el diablo puede usar, es el de Dios y el del hombre. Por supuesto, él no puede quitarle, ni robarle el poder a Dios, así que lo intenta con el hombre.

Exactamente esto sucedió en el Huerto del Edén, Satanás deseaba destruir la perfección de Dios, para lograrlo fue necesario quitarle el PODER al hombre y así desarrollar sus propósitos destructivos. Satanás siempre ha deseado destruir todo lo que Dios crea:
Jer 50.11
Porque os alegrasteis, porque os gozasteis destruyendo mi heredad, porque os llenasteis como novilla sobre la hierba, y relinchasteis como caballos.

Y para lograr destruir la heredad de Dios siempre intentará usar la palabra de Dios en contra de los hijos de Dios.
La Biblia dice:
2Ped 2.19
Porque el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venció.

El enemigo usó esta verdad en contra de Adán. La serpiente fue usada por el diablo para provocar la caída de Eva, y ella a su vez provocar la caída de Adán, convirtiéndolo en esclavo con todas sus generaciones.

¡Comparte este estudio con tus amigos! Úsalo como mejor te parezca. ¡Doy de gracia lo que de gracia he recibido!



No hay comentarios:

Publicar un comentario